El lado oscuro de Medellín: El auge turístico trae nuevos desafíos de tráfico de personas y violencia.

El valle exuberante que rodea a Medellín, Colombia, fue una vez el centro de una guerra brutal que involucraba al gobierno colombiano, los cárteles de drogas y otros grupos armados. Ahora, una disminución en la violencia ha atraído a una gran cantidad de turistas a la ciudad, destacándose por sus colores vivos, cafés concurridos y vida nocturna animada.

El auge del turismo ha traído nuevos desafíos oscuros para Medellín, incluyendo un aumento en la trata de personas y asesinatos de turistas y mujeres colombianas tras encuentros a través de aplicaciones de citas. El Alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, expresó su preocupación al decir que esta área ha salido de control, especialmente en parques conocidos por el comercio sexual.

Este año, las autoridades han investigado las muertes de cinco turistas, incluyendo la de un visitante holandés encontrado muerto en un hotel y una joven colombiana, Laura Lopera, cuyo cuerpo fue encontrado dentro de una maleta. Se sospecha que el exnovio canadiense de Lopera, a quien conoció en una aplicación de citas, está detrás de su muerte, y actualmente es perseguido por la Interpol.

El turismo en Medellín también ha coincidido con un aumento en la explotación sexual y la trata, en un lugar donde las tasas de violencia contra las mujeres ya son altísimas. La crisis económica en Venezuela ha llevado a muchas mujeres vulnerables a vender sexo para sobrevivir, como una joven trabajadora sexual que huyó de Venezuela y ahora se ve obligada a reunir al menos $50 para vivir con su hija y su madre.

A pesar del aumento en el turismo sexual, muchos visitantes son atraídos a Medellín por su vibrante cultura, la impresionante belleza natural del valle y la complicada historia de la ciudad. En el barrio de Comuna 13, cientos de personas realizan recorridos a pie cada día para ver la transformación de un área que una vez fue un campo de batalla entre cárteles de drogas, guerrilleros y grupos paramilitares.