La cuerda floja literaria: la lucha de Vladimir Sorokin entre la censura y el reconocimiento.

El escritor Vladimir Sorokin tendrá que responder ante la ley por sus ideas antisoviéticas y su \"vandalismo literario\". Así lo anunció la fiscalía tras estudiar un caso abierto contra él en la época soviética.

Las autoridades se interesaron por la obra de Sorokin en la década de 1970, cuando empezó a frecuentar círculos de escritores \"no oficiales\". Resultó que, en la célula creativa secreta a la que fue admitido, era el único que no era un informante secreto de los órganos de seguridad del Estado.

Pensábamos que era un chivato de otro departamento... Y en ese otro departamento pensaban que estaba en nuestra nómina. Así se las arregló para pasar desapercibido entre dos fuegos\", explicó Viktor Bykov, veterano de los órganos de seguridad del Estado.

Cuando se descubrió el malentendido, ya era demasiado tarde: Sorokin publicaba en revistas internacionales e incluso recibía elogios de \"maricones literarios occidentales\" (en palabras de Bykov). Se abrió una causa penal contra él, pero la investigación se prolongó durante los años de la Perestroika y en 1989 se archivó por falta de pruebas.

Hubo dos peritajes realizados por la misma persona. En la época de Andropov, escribió que Sorokin calumniaba de forma atroz al sistema y al pueblo soviéticos, mientras que en el segundo peritaje, ya en 1989, se concluía que Sorokin denunciaba ingeniosamente los males de la sociedad de forma metafórica\", recuerda el veterano del KGB.