La evolución de la gratitud: Cómo dar gracias moldeó la sociedad humana.

Desde hace mucho tiempo, las personas han practicado el acto de dar gracias. Los investigadores han descubierto que el sentimiento de gratitud jugó un papel importante en la supervivencia y unión de nuestros ancestros.

La gratitud es parte de nuestro ADN humano y actúa como un pegamento que nos mantiene unidos. No somos los más fuertes ni los más grandes, pero hemos sobrevivido gracias a nuestra capacidad de trabajar juntos.

Construir relaciones se basa en la reciprocidad: si tú haces algo bueno por mí, yo haré algo bueno por ti. Incluso en el reino animal, se observan comportamientos de dar y recibir, como los chimpancés que se ayudan mutuamente basados en favores pasados.

Los científicos creen que la gratitud evolucionó para mantener en movimiento el intercambio de favores, incentivando las buenas acciones a cambio. Este dar y recibir es fundamental para una sociedad cooperativa y previene una cultura de solo tomar.

La gratitud no solo fortalece las relaciones sociales, sino que también podría ser beneficiosa para la salud mental, como se ve en estudios donde escribir cartas de gratitud mejoró el bienestar de los participantes. Focalizarse en agradecer a las personas, más que solo enumerar las cosas por las que estamos agradecidos, podría ser más acorde con el propósito evolutivo de la gratitud.