El comportamiento único de microsueño de los pingüinos barbijo: cabeceando miles de veces al día.

Es un desafío para todos los padres nuevos: dormir lo suficiente mientras mantienen una estrecha vigilancia sobre sus recién nacidos. Para algunos pingüinos, esto significa miles de mini-siestas al día, según descubrieron investigadores.

Los pingüinos de barbijo en la Antártida necesitan proteger sus huevos y polluelos durante todo el día en colonias ruidosas y concurridas. Por eso, se duermen miles de veces al día, pero solo por unos cuatro segundos cada vez, para permanecer atentos, informaron los investigadores el jueves en la revista Science.

Estos cortos "microsueños", que suman alrededor de 11 horas al día, parecen ser suficientes para mantener a los padres activos durante semanas. "Estos pingüinos parecen conductores somnolientos, abriendo y cerrando los ojos, y lo hacen las 24 horas del día, los 7 días de la semana, durante varias semanas", dijo Niels Rattenborg, investigador del sueño en el Instituto Max Planck de Inteligencia Biológica en Alemania y coautor del nuevo estudio.

Los pingüinos de barbijo, llamados así por la delgada línea de plumas faciales negras que se asemeja a una correa de barbilla, generalmente ponen sus huevos en nidos de guijarros en noviembre. Como con muchos otros tipos de pingüinos, las parejas apareadas comparten las responsabilidades de la crianza.

Durante la primera vez, los científicos rastrearon el comportamiento del sueño de los pingüinos de barbijo en una colonia de cría antártica colocando sensores que miden las ondas cerebrales. Recolectaron datos sobre 14 adultos durante 11 días en la Isla Rey Jorge, frente a la costa de la Antártida.